A medida que aumentan las temperaturas globales, Australia puede llegar a ser tan calurosa y seca que los residentes del país pueden convertirse en refugiados climáticos, dice el climatólogo y geofísico estadounidense Michael Mann.
Australia se encuentra en medio de una de las peores temporadas de incendios jamás registradas, con incendios forestales desde septiembre y cobrando casi 30 vidas, matando a más de mil millones de animales y arrasando bosques y tierras de cultivo del tamaño de Bulgaria.
Algunos incendios fueron tan monstruosos que crearon su propio patrón climático, causando rayos secos y tornados de fuego. La sequía de tres años ha dejado el bosque seco.